Una cefalea tensional es el dolor o malestar en la cabeza, el cuero cabelludo o el cuello. Es un tipo común de dolor de cabeza. Puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común en adolescentes y adultos.
Una cefalea tensional se produce cuando los músculos del cuello y del cuero cabelludo resultan tensos o se contraen. Las contracciones musculares pueden ser una respuesta al estrés, la depresión, un traumatismo craneal o la ansiedad.
Causas psicosomáticas
En muchos casos, la causa de las cefaleas tensionales puede ser psicosomática. El concepto “psicosomático” incluye las palabras psique (alma) y soma (cuerpo). Las enfermedades psicosomáticas son la expresión del estado de ánimo psíquico. Esto significa que los problemas o enfermedades psíquicas pueden manifestarse en molestias corporales. Lo mismo vale también en la situación contraria: las molestias corporales pueden arrastrar problemas psíquicos.
El sistema nervioso vegetativo es un puente entre la psique y el cuerpo. Por ello, en caso de situaciones de miedo o estrés el ritmo cardiaco o el riego sanguíneo pueden aumentar. Si la sobrecarga dura demasiado, también pueden aparecer molestias psicosomáticas (Por otro lado, si estas sobrecargas se manifiestan en dolor permanente como la cefalea tensional, se crea a su vez una situación de estrés. Aparece el miedo ante el dolor y el estrés, con lo que se cierra de nuevo el círculo vicioso.
Conocer los factores desencadenantes del dolor de cabeza puede ayudarle a evitar situaciones que los provoquen. Llevar un diario de los dolores de cabeza puede ser útil. Cuando le dé un dolor de cabeza, anote lo siguiente:
- El día y la hora que empezó el dolor.
- Lo que comió y bebió en las últimas 24 horas.
- Cuánto durmió.
- Qué estaba haciendo y dónde estaba inmediatamente antes de que el dolor comenzara.
- Cuánto tiempo duró el dolor de cabeza y qué lo alivió.
Los cambios de estilo de vida que pueden ayudar incluyen:
- Utilizar una almohada diferente o cambiar las posiciones al dormir.
- Adoptar una buena postura al leer, trabajar o realizar otras actividades.
- Ejercitar y estirar la espalda, el cuello y los hombros con frecuencia al escribir, trabajar en computadoras o hacer otro trabajo similar.
- Hacer ejercicio más vigoroso. Este es el ejercicio que hace que su corazón palpite rápidamente. (Consultar acerca de qué tipo de ejercicio es el mejor para usted).
- Hacerse revisar los ojos. Si tiene lentes, úselos.
- Aprender y practicar el manejo del estrés. Algunas personas descubren que los ejercicios de relajación o meditación les sirven.
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