Es también un tipo de cefalea primaria. Representa un grupo de cefaleas caracterizadas por la frecuencia casi diaria del dolor de cabeza. Presentan dolor de cabeza más de 15 días al mes durante al menos 3 meses. En la mayoría de los casos se trata de pacientes que previamente habían presentado migraña o cefalea de tensión. Con frecuencia, se presentan asociadas a un elevado consumo de analgésicos y ergóticos, generalmente por automedicación.

Constituyen aproximadamente el 40 % de los pacientes que consultan a clínicas especializadas en cefaleas. Una importante cantidad de ellos consume gran cantidad de medicamentos (analgésicos y ergotamina). La utilización diaria de estos fármacos, en general por automedicación (sin prescripción médica), induce dependencia, que a largo plazo provocaría la llamada “cefalea por rebote”; esta situación reúne los criterios clínicos para la “cefalea inducida por drogas” establecidos por la Clasificación de la Sociedad Internacional de Cefaleas en 1988

Las características clínicas de estos enfermos son muy variables y dan lugar a confusiones. El paciente relata sufrir cefaleas de muy variada duración y cambiante localización; a veces es  pulsátil, otras es  fija; podrá acompañarse de vómitos o náuseas y / o foto y fonofobia; las crisis pueden ser de gran intensidad e incapacitar  al individuo para la realización de actividad física. En fin, este tipo de cefaleas se presenta con características clínicas entremezcladas de migrañas y cefalea tipo-tensionales.

El enfermo se encuentra irritable, asténico, cansado, con problemas en la memoria y la concentración. Los tratamientos preventivos son frecuentemente inefectivos

Este amplio espectro de expresiones clínicas se podría explicar por una compleja interacción de mecanismos centrales (sensibilización de neurotransmisores centrales; alteración de los controles moduladores del dolor), vasculares-encefálicos y musculares.

TRATAMIENTO

El tratamiento de estos enfermos es muy discutido y controvertido. Numerosas son las estrategias que se han utilizado para realizar: en primera instancia, el retiro de la excesiva medicación que consumen estos enfermos, para después implementar una terapéutica profiláctica.

Muchas veces se encuentra indicada la internación del enfermo para manejar el problema con más practicidad y eficiencia y así lograr resultados beneficiosos

El abordaje terapéutico de estos enfermos sigue los siguientes pasos:

A)Suspender toda medicación (analgésicos/ergotamina) a la cual el paciente se encuentra habituado. Al suspender toda la medicación el paciente experimenta en forma inmediata una intensa cefalea por rebote. Este período de “lavado de analgésicos” es el tiempo durante el cual se restablece la regulación normal del sistema nociceptivo y reaparece el potencial para aliviar el dolor.

Es el paso más difícil y complicado del tratamiento ya que el enfermo es muy temeroso y se resiste a dejar la medicación; es aquí donde la relación médico-paciente juega un rol de capital importancia.

B) Indicar agentes farmacológicos para intentar cortar el círculo de la cefalea continua. Se pueden administrar corticoides, antieméticos, analgésicos del tipo del acetaminofen (paracetamol), sedantes (alplazolam)

C) Iniciar un tratamiento profiláctico o preventivo convencional sobre la base de amitriptilina, beta-bloqueantes, bloqueantes del calcio o ácido valproico.

D) Comenzar con el tratamiento no-farmacológico. Estas pautas de tratamiento son de un relevante valor en el tratamiento definitivo del enfermo. El trabajo sobre la esfera cognitivo/comportamental es un acompañante indispensable. (Bio Feedback).

En numerosas oportunidades el enfermo precisa  un apoyo psicoterapéutico.